"Hasta Satán se presenta como Ángel de Dios, Ángel de Luz" cita la Biblia.
Es muy fácil reconocer a un Espíritu. Cuando "sientas" que algo no está como debe ante ese supuesto ángel de luz falso que se te ha aparecido, así sea su mirada, el olor, sus energías o cualquier otra cosa. Pregúntale sencillamente "si Reconoce a Jesús el Cristo como Hijo de Dios y que murió para Sanar y Perdonar a toda la Humanidad".
Si el Espíritu te contesta que si Reconoce a Jesús el Cristo como el Hijo de Dios y que Reina en el Mundo Espiritual, entonces ese Espíritu es un Ángel de Dios, un Espíritu Bueno.
Pero si te Contesta con la Misma Pregunta que tu le hiciste, o sea, "y ¿Tú Crees que Jesús el Cristo es el Hijo de Dios?" entonces deberemos tener mucho Cuidado porque nos encontramos cara a cara con un Ángel Caído/Rebelde, un Espíritu del Mal.
Los Espíritus del Mal no Reconocen a Jesús el Cristo como Hijo de Dios, ni reconocen su Monarquía y Gobierno Espiritual sobre los Ángeles en las Altas esferas de la Creación. Tampoco Reconocen que Jesús dio a la Humanidad la Posibilidad de Salvar sus Almas a través del Perdón y el Arrepentimiento y Vivir Eternamente en el Paraíso Terrenal.
Acuérdese de que los Ángeles Caídos son Ángeles Rebeldes y no Reconocerán nunca a Jesús el Cristo.
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