jueves, 22 de marzo de 2012

Meditación con la Madre Tierra, la Madre Naturaleza

La Naturaleza Relaja, Sana, aporta Paz Interior y Vitalidad

Un día soleado busca un lugar en la naturaleza cerca de un lago, un bosque y un prado.

Escoge un lugar en el bosque que te llame la atención, donde estés totalmente rodeado de árboles y siéntate en un lugar o piedra grande que esté cubierta de musgo y desde donde puedas divisar el lago y el prado.

Con las manos apoyadas en los muslos y hacia arriba y los ojos cerrados concéntrate en los sonidos del bosque: en el viento que sopla y juega con las ramas de los árboles, suaves ruidos de animales casi imperceptibles, sonidos ligeros de ramas rotas, algún trino de pájaros.

Escucha el silencio y siente la paz y la fuerza que te transmite el bosque. Siente la energía de la piedra donde estás sentado y hasta la energía del musgo bajo tu cuerpo.
Siente como los árboles se hacen cómplices de tu meditación conectándose a ti y llenándote de energía y paz interior. Quédate así un buen rato.

Abre los ojos ahora y fija tu atención en el lago azul, concéntrate en éste, contémplalo, cierra los ojos y deja que te llegue su melodioso "suspiro".
Intenta escuchar el nuevo sonido armonioso que crean las pequeñas olas al llegar a la orilla y golpear con las piedras y arena.
Intenta escuchar el murmullo del agua en tu interior, con tu alma.
Ese sonido que "escuchas" interiormente refresca todo tu cuerpo y sentidos (quizás un momento antes cansados), limpia todo tu ser: tu cuerpo, mente y espíritu.
Te sientes una nueva persona.

Los Baños en la Naturaleza Limpian Cuerpo, Mente y Alma

Ahora el prado "te llama", abre los ojos, disfruta de la visión de las flores multicolores que se alzan hacia el cielo sobre su alfombra de hierva verde.

Respira esos colores, llénate de ellos, intenta experimentar el aroma de ese prado que la brisa te regala, llénate también de esos olores.
Llénate de ilusión de vida, de pasión, de alegría y de vitalidad.

Cuando hayas terminado puedes bailar en el prado mirando al cielo, dando vueltas sin parar sobre ti misma con los brazos abiertos y gritando de alegría, felicidad y agradecimiento.
O ¿Porqué no disfrutar de un baño reconfortante y relajante en el lago completamente desnuda o abrazar un árbol o dos o tres y transmitirle, de vuelta, toda la alegría, paz, ilusión con la que te favorecieron?.

Escuchaste el bosque, el lago, el prado. Sentiste su poder inmenso de sanación y renovación.
Eres feliz, eres el bosque, el lago y el prado...
...no los olvidarás jamás...

Esta meditación con las energías de la naturaleza se puede llevar a cabo hasta en tu propia casa, solo tendrías que poder visualizar/imaginar el bosque, el lago, el prado y sus olores, sonidos y sensaciones. Pero claro está te perderías el baño desnuda en la naturaleza y el abrazo de los árboles.