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| En toda Relación se produce una Unión de Almas |
El ser humano es un ser energético, un ser anímico, un ser espiritual.
En toda relación entre seres humanos se produce una interacción energética, una unión anímica, una unión espiritual, una unión de almas.
La interacción energética entre dos seres humanos afecta a ambos de forma positiva o negativa.
Esa interacción de energías que se sucede en las relaciones es la que nos permite experimentar deseos, amor, sensaciones de bienestar o por el contrario ira, miedo, pudor, repudio, etc.
Con el chakra del Tercer Ojo solo nos conectamos con las personas que tienen los mismos ideales que nosotros, las mismas visiones, las mismas metas.
Con el chakra de la Garganta nos conectamos solo con las personas que nos comunicamos.
Con el chakra Corazón nos conectamos solo a las personas que amamos pero también a las que le tenemos pena o miedo.
Con el chakra del Sacro nos conectamos solo a las personas que deseamos sexualmente pero también a las que le tenemos rabia, rencor o repugnancia.
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| Con el Chakra del Plexo Solar nos conectamos a toda la Humanidad |
Pero con el chakra del Plexo Solar nos conectamos a todos: al panadero, al barrendero, al médico, al vecino, al amigo, al enemigo, a la dependienta, a la persona con la que soñamos o tenemos fantasías sexuales, a todo aquél sobre el que le dirijamos un pensamiento. También con el Plexo Solar nos conectamos con todo aquél que veamos o que esté en nuestras cercanías, con todo aquél que pase a nuestro lado, con todo aquél que nos encontremos en la vida.
Solo es así. La interacción energética entre los Plexos Solares de los individuos se sucede siempre, así lo deseemos o no. Así experimentamos la vida, así experimentamos el contacto con el resto de la humanidad.
Todo ser humano ha experimentado traumas, de hecho los experimenta a diario. Los traumas afectan al Plexo Solar del individuo de forma negativa desequilibrando y/o bloqueando ese centro energético y enfermándolo psíquica y físicamente.
Así pues, la mayor interacción energética que se sucede hoy en día sobre la faz de la tierra es entre Plexos Solares desequilibrados, bloqueados, enfermos.
Durante la interacción energética se sucede siempre un intercambio de energías, por lo que fácilmente se puede deducir que nuestras relaciones nos enferman.
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| Los Cuidados del Sanador son Imprescindibles en la Sociedad actual |
Los Sanadores lo saben, por eso se mantienen siempre al margen, a la periferia del grupo, se separan de la humanidad y se aíslan para poder descansar, para permitirle a sus Plexos Solares descansar del “bombardeo” energético de los Plexos Solares enfermos del resto de la humanidad.
Los Sanadores también son conscientes de que deben proteger muy bien su Sistema de Chakras Mayores pero sobre todo sus Plexos Solares. No es de extrañar que el chakra del Plexo Solar sea el más conocido, el más tratado, el más estudiado. Nunca se ha investigado y escrito tanto sobre un centro energético como se ha hecho sobre el Plexo Solar. También es el chakra que mas se trata durante las terapias y ha sido denominado “el sol de la vida” (Damián Alvarez).
La interacción energética es una cadena que no tiene fin: El niño en el colegio siente el malestar del Plexo Solar del profesor y se lo transmite a sus padres cuando llega a casa, esos padres se lo transmiten a sus amigos y esos amigos a sus hijos que cuando van al colegio se lo transmiten a sus compañeros de juegos que se lo transmitirán a sus padres que son médicos, bomberos, albañiles, etc. que se lo transmitirán a sus compañeros de trabajo y esos compañeros de trabajo se lo transmitirán a sus hijos en una cadena casi infinita, eterna y perpetua si no fuera por los Sanadores o lo que yo acostumbro a llamar “eslabón sanador”.
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| "Eslabón Sanador". Los Niños ven con el Alma y no con los Ojos. |
El “eslabón sanador” existe en toda familia, en todo grupo. El eslabón sanador rompe la cadena de transmisión de las energías negativas que se suceden más que nada a través de la interacción energética en las relaciones entre los Plexos Solares enfermos de las personas.
El “eslabón sanador” es un Sanador en potencia, absorbe para luego transmutar las energías negativas que se suceden en las relaciones, no permitiendo que esa energía se siga transmitiendo, contagiando a otros seres humanos.
El “eslabón sanador” suele ser (aparentemente) una persona enclenque, enfermiza, quizás rebelde, hiperactiva, la “oveja negra” de toda familia, pero también el guía del grupo, el director, el “chico popular”, el que más sentimientos demuestra, persona bondadosa y generosa por naturaleza.
El eslabón sanador podrá llegar con el tiempo y con un buen guía y maestro espiritual a ser Sanador Terapeuta y ayudar a sanar a mucha gente.
El Sanador consciente fue un “eslabón sanador” tiempos atrás y se educó en el Arte de la Sanación.
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| La Salud de nuestras Relaciones depende de nuestra Salud Anímica |
Si tu hijo se siente mal en ciertos lugares, patalea y se quiere marchar o no le gustan ciertas personas sin motivo aparente, escúchelo, quizás esté sintiendo energías que tu no sientes y que su forma de actuar te pueda salvar la vida.
¿Te entran diarreas cada vez que te encuentras con tu pareja?, ¿te duele la cabeza cada vez que entras a aquella tienda?, ¿tienes nauseas cuando visitas a tu madre?, ¿sientes taquicardias cuando tu marido se acuesta a tu lado por las noches?, ¿te duele el bajo vientre cuando tu hija llega del colegio?, ¿te mareas cada vez que te encuentras con Felipa?...
Eso son las relaciones, eso son la interacción energética entre seres humanos...
Muy difícil hoy en día encontrar una relación que te transmita paz, sosiego, esperanza, bienestar, plenitud, felicidad, sencillamente porque las personas no tienen paz, sosiego, esperanza, bienestar, plenitud y felicidad. Las personas solo te podrán transmitir durante la relación lo que llevan en sus almas y la gran mayoría están amargados, apenados, traumatizados, frustrados y llenos de miedos.
Seamos Sanadores, “eslabones sanadores” o tan solo humanos que deseamos bienestar en nuestras vidas deberíamos ponerle gran importancia a nuestra salud anímica, porque de ella depende la salud de nuestras relaciones y la salud de toda la humanidad.
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de Damián Alvarez.
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