miércoles, 5 de diciembre de 2012

Hijo del Amor

Triunfo del Amanecer en el Reino de la Vida (día tras día)


Hijo del Amor

¡Yo, hijo del Amor!
Esa verdad se manifiesta fuerte y segura
en la paz de la tierra.

Feliz y apenado camino yo,
feliz por existir, apenado por la Humanidad,
la belleza de la naturaleza me acaricia, suavemente.
El viento amable susurra al verde de los árboles.

Ese misterioso pino centenario
ve el juego de los pájaros en el agua
con alegría y brillantés en todas direcciones.

Siempre la misma piedra gris, 
el mismo musgo verde 
y la tierra de la tierra de color canela.

Mudo y pensativo me encuentro
enamorado de la hierba y del sol,
y escucho el triunfo del amanecer
en el Reino de la Vida.

Llegará el tiempo, donde solo haya paz,
donde todos los hijos del Amor
podamos descansar.

Es el acuerdo del despertar de cada día,
el sosiego, la calma, la alegría
de los colores que arden hacia el cielo.

El Silencio me acompaña como mi único amigo fiel,
lleno de amor acompaña mi alma;
alguien en quien confiar, alguien en quien creer.

Amo el Silencio
y lo amo en silencio,
con brillo en los ojos de lágrimas de alegría.

Escucha, escucha lo que tiene que decirte
como lo escucho yo:
Ámate y ama la vida porque eres hijo del Amor
y te he creado Yo.