martes, 19 de marzo de 2013

El Aura. Historia de la Investigación del Cuerpo Energético Humano

Todos tenemos Aura, más luminosa según grado de Espiritualidad

A lo largo de toda la Historia de la Humanidad se ha nombrado siempre el cuerpo energético humano. En todas las religiones encontramos expresiones de éste: En el Cristianismo se expresa como la gloria luminosa alrededor de los santos o alrededor de sus cabezas. En la India la energía universal de vida se denomina "prana". Los chinos conocen desde hace más de 5.000 años la energía "Chi"como energía vital que se divide en el organismo en dos tipos de energía: El "Yin" y el "Yang". En la Cábala judía se habla de "Luz Astral" y en casi, si no todas las religiones, grupos "esotéricos", sectas, místicos, sanadores, teósofos, etc. siempre se ha hablado de un cuerpo energético que rodea al ser humano, que pudieron percibir al encontrarse en un estado alterado de conciencia.

La idea de un cuerpo luminoso, "cuerpo astral" o energía vital fue registrada por primera vez en el mundo occidental por los pitagóricos, alrededor de 500 años antes de Cristo. Este cuerpo luminoso tenía diversas funciones que afectaban al organismo, ente otras la curación de enfermedades y el mantenimiento de la energía vital.

Eruditos del siglo XII ya pudieron comprobar que la energía que rodeaba a los seres actuaba e interactuaba a distancia entre las diferentes formas de vida.

Paracelso, Médico de la Edad Media, ya conocía el Aura Humana

Paracelso, que vivió en la Edad Media, también descubrió el Aura Humana a la que el denominó "Illiaster".

El Matemático Van Helmont percibió al principio del siglo XIX un "espíritu" o fluido universal que penetraba todas las formas, y junto con Mesmer observó "el fenómeno de energía universal" que "cargaba" todo y que dio lugar al Mesmerismo.

A mediados del siglo XIX, el Conde Wilhelm Von Reichenbach experimentó con la energía producida por imanes, cristales, piedras, metales, etc., bautizando la energía que descubrió como "Fuerza odica". Reichenbach se dio cuenta de que el organismo humano se podía cargar literalmente con la energía que desprendían los materiales antes citados. También descubrió que el cuerpo humano tenía dos polos: El positivo y el negativo.

En 1911, el doctor William Kilner contempló "el campo energético" ayudado por pantallas y filtros de colores.

A mediados del siglo XX se detectaron "las radiaciones de los tejidos vivos" y se creó la Radiónica (Sistema de diagnóstico y curación a distancia, entre otros usos).

En la Edad Moderna, Damián Alvarez, Especialista en Medicina
Vibracional, descubre un Método de Diagnóstico y Curación basado
en la Resonancia e Interacción Energética entre los Seres Vivos. 

Muchos otros científicos han investigado el cuerpo energético humano y el universal hasta nuestros días, denominando esta energía vital de diferentes formas: Orgónica, Bioplasma, Campo Vital, Ki, etc., pero el mejor estudio científico realizado fue llevado a cabo por la Doctora Valorie Hunt y la Reverenda Rosaline Bruyere del Healing Light Center en California. Los resultados fueron sorprendentes, la investigación del Aura y de los Chakras Mayores dieron por sentado que la antigua literatura (mal llamada) esotérica y metafísica estaba en lo cierto en lo que se refiere a número de chakras, sus formas, sus colores, etc..

No podemos olvidar a la gran Investigadora y Sanadora Barbara Brennan que  con sus dos libros: "Manos que curan" y "Hágase la Luz" nos instruye en el Arte de usar las energías universales en la sanación.

Damián Alvarez, Especialista en Medicina Vibracional, también descubre, después de más de 20 años de estudios e investigaciones prácticas lo que él denomina "Diagnóstico Metafísico, Sanación y Curación a través de la Interacción y Resonancia entre los Cuerpos Energéticos Humanos y entre los Cuerpos Energéticos Humanos y los Cuerpos Energéticos de otros seres vivos.
Damián Alvarez, también descubre que los Cuerpos Energéticos Enfermos de los seres vivos (incluyendo al ser humano) también podían enfermar a otros seres vivos por la misma "Ley de Interacción y Resonancia Energética".

Damián Alvarez