Los Grandes Secretos del Padre Nuestro por fin Desvelados |
Ya hemos visto en artículos anteriores cómo y por
qué se debe de rezar la oración del Padre Nuestro, así sea para sanarnos,
guiarnos e iluminarnos personalmente, o para elevar la frecuencia vibratoria de
la humanidad y del planeta en que vivimos.
No cabe la menor duda, de que la oración del Padre
Nuestro nos trasciende como individuos, pero ¿qué grandes secretos encierra la
“oración perfecta”?
Lo que sigue, no es que lo diga yo, yo solo lo
desvelo, a través de un análisis lógico. Recuerde, en todo momento, que son las
palabras de Jesucristo (el hombre más grande del mundo (demostrado por su
trascendencia e influencia en la educación, guía e historia de la humanidad))
las que dictaron la oración a la que nos referimos.
Santificado sea Tú Nombre Jehovah |
“Santificado
sea tú Nombre”
La segunda parte de la oración del Padre Nuestro
engloba tres grandes misterios: Por un lado tenemos la palabra “santificar”,
por otro lado tenemos “tú Nombre” y tercero ¿por qué debemos santificar el
nombre del “Padre Nuestro que estás en los cielos”.
“Santificar” significa bendecir, alabar, dar gloria,
adorar, dar poder, elevar, “hacer santo”. Las palabras de Jesucristo no dan pie
a confusión alguna: “Santificado sea tu Nombre”. El nombre de nuestro Padre
Celestial es sagrado, poderoso, glorioso, ya se encuentra santificado, y todos
debemos santificarlo, alabarlo, darle gloria. Pero ¿cuál es el Nombre de Dios
para así poderlo santificar?
Jehova o Jehovah es el nombre de nuestro Padre
Divino. Debemos dar poder a ese nombre, no porque no lo tenga en sí, sino para
poderlo utilizar con beneficio propio como el mantra que representa las
energías más poderosas del universo, como la fuerza energética creadora de amor
que impregna todo: “Llenos están el cielo y la Tierra de tú Nombre Señor”.
Jehovah. Energías Poderosas de Protección, Sanación y Creación |
Jehova o Jehovah (para los iniciados) se debe de
adorar como la fuerza dinámica de la cual hemos partido y a la cual volveremos.
La fuerza poderosa de la creación, y por tanto, también de la renovación de la
salud y de la felicidad.
Jehova o Jehovah significa “el que era, el que soy y
el que seré”. Jehova o Jehovah significa “yo soy” para la interpretación
personal mundana que requiere un pronombre delante del nombre, pero Jehova o
Jehovah realmente significa “soy”.
¿Quién podría ponerle un adjetivo a Jehova? ¿Quién
podría definirlo sin limitarlo? “Soy” es Su Nombre.
Glorifica el Nombre de Tu Dios. Hazle sombra al Diablo |
Santificamos el Nombre de Dios porque nos sentimos
orgullosos de ser seres creados a imagen y semejanza de “Soy”, y porque sabemos
ahora de su gran poder sanador (poder
restaurador del equilibrio natural): Jehovah, Jehovah, Jehovah.
Tenga en cuenta que existen seres negativos en el
universo que no le rinden culto al Nombre de Dios sino que lo desprecian, así
sea por ignorancia, maldad o engaño.
Glorifica el Nombre de Dios, canta Su Nombre, identifícate
con tú Creador, siéntete uno con Él, pertenece al club de los nuestros, al Club de los Amigos de Dios.
Hazle sombra al Diablo.
Damián Alvarez
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