miércoles, 16 de enero de 2019

Metafísica de la Garganta. Enfermedades Asociadas al Chakra Garganta (Cuarta Parte)

Un Olor, un Aroma, dice más que mil Palabras

... Oler y saborear los alimentos es normal pero, quizás muchas veces sin darnos cuenta, también olemos el medio ambiente y a otros seres (humanos incluidos sobre todo), y así actuar al respecto según la información recibida. Se dice que el olfato está en directa comunicación con el cerebro pero, aparte de mi persona, nunca se había dicho que el olfato se encuentra también relacionado con las emociones, con el chakra Sacro, con la inteligencia emocional.

Siempre he dicho que no deberíamos solo priorizar nuestras elecciones según nos "diga" el sentido de la vista. Un olor nos puede excitar o dar asco, un sabor nos puede agradar o aborrecer pero hasta un sonido puede despertar nuestra pasión o eliminarla por completo. Así pues, deberíamos elegir por lo menos a nuestras parejas sexuales según nos digan, sobre todo, los sentidos asociados al chakra Garganta que serán los que despierten al chakra Sacro que rige la excitación sexual.

Los Ruidos son Energía Negativa, y, por Supuesto hacen Daño

De todas formas, los ruidos, los malos olores y malos sabores son energía negativa que capta como información nuestro chakra Garganta para así poder evitarlos y crear la vida que le interesa de forma sana. Claro está que los sonidos, olores y sabores agradables marcan de la misma manera la línea a seguir en el planeamiento y desarrollo de la  vida.

También se sucede en sentido contrario. El ser humano intenta comunicar (y planea según), si le interesa, una información (en todos los aspectos), agradable hacia los demás seres humanos para que estos últimos planeen sus vidas incluyéndolos. No solo hablar apasionadamente, de forma placentera, sino también el oler bien, vestir bien, etc., es también una forma de comunicación.

¿Se te Hace la Boca Agua o te dan Ganas de Escupir?

También sucede al contrario: Transmitimos energías negativas hacia aquellas personas que ya no nos interesan y deseamos desterrar de nuestra vida. No solo el gritar, insultar, no hablar, sino también la falta de aseo personal marca (en la mayoría de los casos de forma inconsciente), que ya no nos interesa esa persona.

No es de extrañar que la mayoría de las separaciones (según estadísticas), por lo menos en los países escandinavos, se deba a la falta de comunicación entre las parejas o al descuido personal de uno de los miembros de esa relación.

Realmente somos más animales de lo que creemos pero no somos conscientes de ello de la misma manera que no somos conscientes de que somos un alma, o sea, la gran mayoría de la gente vive sin saber cómo se vive.






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