La “educación negativa” tiene muchas variantes, en cambio la “educación divina” no tiene ninguna: “Tu eres un ser espiritual en desarrollo dinámico, creado a imagen y semejanza de Dios, tu esencia es amor por lo que para ti nada es imposible. Te has encarnado para manifestar la voluntad de Dios en la Tierra y vivir eternamente en el paraíso terrenal“.