Eres Maestro, Sanador, Artista y Ayudante

Tu Eres la Sal de la Tierra y la Luz del Mundo

• Puedes ser artista (pintor, compositor, escritor, limpiador, jardinero, barrendero, albañil, etc.). Todo el que arregla lo que está roto, limpia lo que está sucio, ordena lo desordenado es un artista. 

• Puedes ser ayudante y dedicarte a cuidar de otras personas y otros seres que tengan dificultades de cualquier tipo (misionero, enfermero, asistente, ayudante, acompañante, etc.).

• También podrías trabajar como sanador, y no echen el grito al cielo antes de que me explique. Dentro del campo del sanador se engloban todas aquellas personas que trabajan para hacer que otras personas, animales, plantas, etc., recuperen su salud, tanto física como anímica (si nos referimos al ser humano). Podrías ser sanador pero también curandero, médico, enfermero, dietista, fisioterapeuta, etc.

• Por último, y yo los sintetizo en uno solo, sería el trabajo como maestro, profesor y/o guía espiritual (maestros en sanación, maestros en cualquier otro oficio como lo son los maestros carpinteros o de albañilería, monitores, entrenadores, profesores de yoga, profesores de colegio. Enseñar y guiar a los demás. ¿Cual de todos te gusta/atrae más desempeñar?

Escoge, porque, por mucho que busques, no encontrarás otros aparte de los ya nombrados.

Todo somos Artistas, Ayudantes, Maestros y Sanadores

Está claro que todo ser humano lleva en su interior, en su alma, a un sanador, a un maestro, a un artista y a un ayudante, y puedes desempeñar los 4 papeles en sola una profesión, o mejor dicho, en toda tu vida (porque tu misión no acaba después de 8 horas de trabajo).

Hagas lo que hagas, si te relacionas con los demás con generosidad, amabilidad, justicia, honradez, solidaridad, caridad, sinceridad, pues, más o menos te irá todo bien. No midas tus éxitos por el dinero, aprobación, gloria que recibas o no recibas, sino por lo a gusto, realizado, feliz que te sientas desempeñando tu labor. Habrás encontrado tu lugar en la vida, tu misión vital.

Alguna vez escribí que ha cumplido con su misión en la vida todo aquél que deja el mundo mejor que lo encontró. Entiende que eres la sal de la Tierra y la luz del mundo, y estás en el planeta para conservarlo, protegerlo, sanarlo, y además guiar y enseñar a todo aquél que también lo desee.

Damián Alvarez
(de vuelta al cole, o mejor dicho al patio de recreo)

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