Damián Alvarez, creador de Sanación Tinerfe. Una Persona Normal |
Un Sanador es una persona normal como otra cualquiera. La única diferencia entre un Sanador y otras personas es que el Sanador ha escogido la profesión de Sanador.
Está claro que para ser Sanador/Terapeuta y Maestro de Sanación se tiene que tener mucha vocación y gusto para trabajar con personas. Pero también tienen vocación los Médicos o cualquier profesional, según el trabajo que deseen realizar en su vida y con el que se sientan realizados.
Una vez escribí que "la única diferencia entre tu y yo son un montón de mentiras, ¿no dijo Dios que todos eramos iguales?"
Las personas que a veces me preguntan si se deben de tener cualidades especiales para ser Sanador, y a las que yo les digo que todos somos iguales me acostumbran a decir "pero es que tu tienes mucha fe". Quizás fe es lo que necesite tener un buen Sanador, fe en Dios en sí mismo y en la Sanación, pero no mucho más, aparte de amor y entrega al prójimo.
Todos los Sanadores somos Iguales, lo que Trabajamos para Dios |
Con fe, amor y trabajo (constancia, perseverancia, disciplina) se consigue todo en la vida, el llegar a ser un buen Sanador también.
La única diferencia entre un Sanador y otro que hayan recibido los mismos estudios y tengan la misma experiencia es la cantidad de amor y de fe que pongan en sus estudios, terapias y vida.
Un Sanador es una persona normal, no tiene cualidades sobrenaturales y no hace milagros. Tampoco el Sanador tiene que ser un Santo. Un Sanador es una persona como tu y yo con ganas de trabajar, que le gusta ayudar al prójimo y que se ha trabajado y ganado, a base de sudor su carrera, como cualquier hijo de vecino, Nada más.
Así que ya sabes, si deseas ser Sanador, si te gusta ayudar al prójimo, pues solo tienes que tener muchas ganas de trabajar y aprender, mucho más no se necesita para ejercer esta bonita profesión de trabajar para Dios. Amor y Fe son un "plus" en tu Currículo cuando le vayas a pedir trabajo a Dios.
Damián Alvarez