La Relación Perfecta entre Seres Espirituales Humanos es la que Une todos sus Chakras formando un Corazón con sus Auras |
También me he dado cuenta, y de ahí una gran protección energética, aunque se pueda experimentar de forma negativa, ya que, no se llega a la unión, que dos personas ni siquiera unan sus chakras plexo solar o chakra sacro, ya que sus frecuencias vibratorias se encuentren a diferente nivel y no en parsimonia. En las uniones humanas, por lo menos actúales (hablo por experiencia), la unión energética entre seres espirituales humanos es para sanar, elevarle la frecuencia energética, al ser que la tenga más baja, produciendo lo que nosotros llamamos “sanación”. Una unión energética completa entre seres humanos solo sería posible si los chakras de ambos vibraran con la misma frecuencia, si no, la interacción siempre es entre “sanador” inconsciente y “paciente” inconsciente. Lo anterior expuesto me lo confirma también el hecho de que las personas que se van sanando, elevando su frecuencia energética, se desconectan de los miembros familiares que no se van desarrollando al mismo ritmo que la primera. Se oye “es que ya no vibramos con la misma frecuencia”, “ya no estamos en sintonía”, “ya no tenemos los mismos gustos e intereses”, “es que no estamos al mismo nivel”, “me siento sola y alejada”, “nadie me comprende”, “creo que no soy de este mundo”, “nada de lo que hacen los demás me llena”, etc., etc., etc.
Los Sentimientos, Pensamientos y Emociones unen más que los Cuerpos Físicos |
La unión física entre los seres humanos realmente no existe, un cotacto sí, un contacto básico de calor, electricidad y magnetismo, a través de chakras menores, puntos de acupuntura, sistema nervioso (sensibilidad de la piel), quizás meridianos (cuerpo etérico), pero no una interacción energética profunda entre sus cuerpos, lo que implica que la única unión verdadera que puede existir entre los seres humanos es anímica y no física, aunque, hoy en día, se crea la más “elevada”. La unión física la podemos llamar “unión animal” que sucede entre todos los seres vivos, y que no implica obligatoriamente una unión emocional, sentimental, mental, aún menos espiritual. Solo se basa en el instinto de supervivencia y se rige por impulsos vitales básicos.
La relación entre seres humanos encarnados y no encarnados, si se sucede, sería solo a través de los chakras espirituales y con el permiso de los Señores del Tiempo, ya que, cuando un ser humano se desencarna (por eso se desencarna,), pierde sus chakras físicos. La relación entre seres humanos desencarnados y encarnados no se suele producir, aunque así sea el deseo (debido a inseguridades, apegos, echar de menos), de muchos humanos encarnados. La Biblia se hace eco de esto diciendo que “no debemos contactar con los muertos que son prácticas aberrantes”, y que “los muertos no pueden influir en la vida de los vivos”, por mucho que se oiga por ahí. Las experiencias que tienen muchos seres humanos con personas desencarnadas suelen ser obra de los seres espirituales negativos y nunca ayudan, al revés, suelen crear más problemas.