domingo, 17 de abril de 2022

Vivir es Sanar. La Sanación es la Vida

La Sanación es la Vida. Vivir es Sanar

La Humanidad somos todos, la Humanidad somos tu y yo, por lo tanto lo que afecta a la Humanidad nos afecta a cada uno y a todos los demás.

Un Sanador imposiblemente puede encontrarse con una persona enferma, desequilibrada y no sanarla, porque esa es la naturaleza del Sanador. La naturaleza del Sanador es sanar, y esa Sanación no tiene que suceder siempre a través de una Terapia, sino que sucede en todos los ámbitos y momentos de la vida.

Al contrario, muchas veces un Sanador necesita retiro, necesita apartarse de la sociedad para recuperarse, para no sentirse "bombardeado energéticamente" continuamente por los demás seres humanos y entonces enfermar (ver "Los cuidados del Terapeuta" en este mismo blog).

Así que si un Sanador se retira no se enferma, se recupera, para luego seguir sanando, porque si la misión vital de un Sanador es sanar, quiere y desea sanar.

Pero si un Sanador decidiera no practicar de forma profesional, tan solo con sanar (vivir) a sus familiares y amigos sería suficiente labor espiritual.

La Sanación es un Arte y una Ciencia, una Vocación de Amor

El Arte y la Ciencia de la Sanación no es una obligación, sino una elección. Todas las personas pueden sanar, lo que solo algunas tienen realmente una vocación especial para esta tarea, al igual que otras personas desean ser carpinteros o azafatas, pero no todos los seres humanos son carpinteros o azafatas.

Por otro lado, sabemos que quien sana no es el Sanador, él es solo un mero canal de Energías Divinas de Sanación, de Amor. Dios es el que sana. El Amor imposiblemente puede enfermar a un Sanador si éste ama, aunque no practique, porque amar es sanar.

Todos somos seres espirituales amorosos, todos enfermamos si no transmitimos amor a los demás, todos enfermamos y morimos a causa de no vivir con amor, de vivir con miedo, no solo el Sanador, porque todos somos iguales, todos somos sanadores, todos somos amor, todos somos hijos de Dios.

Tanto siendo Sanador como Jardinero si no sigues tu misión vital divina con amor, enfermarás y morirás.

De todas formas cada día existen más Sanadores sobre la faz de la tierra y se están enfermando porque no han aprendido a cuidarse a sí mismos y le dedican demasiado tiempo (vida), a los demás y olvidan de ocuparse de sí mismos.
Yo enseño a mis alumnos. "Primero tu, segundo tu y tercero tu, luego los demás".
Es clásico escuchar a personas decir "es que yo lo doy todo por los demás" o esta otra "toda la vida dando sin recibir nada a cambio" o aquella que dice "es que yo quiero a los demás más que a mi mismo".

Todos somos Sanadores y entre todos Sanaremos el Mundo

Algunas personas me preguntan que si "no es de egoístas el ponerse uno primero que los demás", yo les contesto que "no es de egoístas, es de inteligentes". Si yo estoy bien puedo ayudar a mucha gente, sin embargo si estoy mal no solo que no puedo ayudar a nadie, sino que yo también necesito ayuda.
Además mi vida tiene el mismo valor que la de los demás ¿o no?.

Para no salirnos del tema y para terminar les podré decir que un Sanador que no sana no es un Sanador, y está totalmente claro. También que un Sanador, aunque no practique, sana, y que si un Sanador se retira no es para enfermarse, sino para recuperarse y poder seguir trabajando como Sanador.

Dios es Bueno y no bobo y un Don de Dios como el que recibe el Sanador imposiblemente lo puede enfermar. Pero si todos siendo iguales no canalizamos el Amor, que también es un Don de Dios a toda la Humanidad, por la misma "regla de tres" queda totalmente demostrado que la Humanidad se enferma porque vive sin Amor.

Lo que realmente enferma es vivir sin Amor que también es un Don de Dios (lo repetimos), y pocos lo llevan a la práctica.

Damián Alvarez





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