Toda Oración de Reiki deberá dirigirse a Dios ya que Reiki significa Energía Divina |
Me hace gracia todos
aquellos Maestros o Practicantes de Reiki que aseguran que para practicar el
Sistema de Sanación Reiki no hace falta creer en Dios.
Absurdo pensar que se pueda utilizar la energía divina sin creer en Dios. Soy consciente de que el Sistema de Sanación Reiki no es una religión ni por equivocación, pero creer en Dios no significa practicar religión alguna. "Reiki" significa, ni más ni menos que "energía divina" y punto.
Creer en la energía divina
pero no creer en Dios es como "creer en la leche pero no en la vaca".
Completamente absurdo.
Explicado lo anterior para seguir con mi exposición, puedo decir que la Oración
tiene varias funciones cuando se trata de dirigir energías sanadoras:
Pidiendo a Dios sabrás de dónde Procede lo que Pides en la Oración |
La primera función de la
Oración es la fuente de donde proceden las energías sanadoras. Creer que la sanación
procede de los planetas, el universo, y/o de extraterrestres ya no es absurdo
sino pura ignorancia.
Cuando pedimos a Dios
sabemos de dónde procede lo que pedimos. Energías en el universo existen muchas
y variadas pero no todas son positivas por lo que se debe de tener mucho
cuidado a qué nos abrimos, a quién pedimos o qué pedimos. Pidiendo a Dios
sabemos con certeza la procedencia de las energías que vamos a canalizar,
transmitir durante la Terapia de Reiki.
La segunda función de la Oración es dirigir las energías de sanación. Así de sencillo. Si deseamos canalizar unas energías específicas divinas hacia alguien o algo debemos darles instrucciones para que sigan nuestras directrices. La energía sigue el pensamiento. Debemos dar órdenes a las energías o pedir a Dios que envíe la sanación no solo a un receptor o receptores de tales energías sino también para que trabajen según los resultados que deseamos obtener durante la Terapia. Por ejemplo, deseamos que una persona se relaje, le desaparezca el dolor de cabeza y se cure la úlcera de estómago, pues esas son las órdenes que deben de seguir las energías sanadoras y que nosotros especificamos en la Oración.
La Mejor Protección siempre es la de Dios, el Ser más Poderoso |
La tercera función de la
Oración es obtener protección. Nos protegemos no solo de las energías
exteriores que puedan molestar tanto al Maestro/ Practicante de Reiki como al
receptor de la terapia durante la sesión de sanación sino también de las
energías negativas que se pueden deshacer del cuerpo y alma del receptor de la
sanación en su "camino" hacia la sanación. Qué mejor protección que
la que nos pueda aportar Dios mismo, nuestro Creador y Fuente de todo lo
existente. Pedir protección a ángeles, santitos, maestros (supuestamente)
ascendidos, amuletos u otras tonterías es absurdo cuando tenemos a un
todopoderoso Dios para que nos proteja.
Así pues, y para resumir:
Pide a Dios y sabrás de
donde procede lo que pides.
Pide a Dios y sabrás que
energías estás canalizando.
Pide a Dios y sabrás que
estás bien protegido porque sabes quién te protege.
Damián Alvarez
30 Años Sanando y educando
al Mundo
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