La Lujuria es Agua contaminada., Veneno para el Alma |
Ya
hace más de veinte años escribí la siguiente frase: "La Lujuria es la
sangre del diablo, agua contaminada, veneno para el alma".
Y
así es en verdad. Aunque la iglesia asocia este mandato de Dios a las
relaciones sexuales entre seres humanos única y exclusivamente. Un acto impuro
no solo se puede cometer entre seres humanos sino también entre seres humanos y
otros seres o, tan solo consigo mismo. Ya me explicaré.
Por
otro lado, no todos los actos impuros tienen que ver con el sexo. Existen
personas que cometen atrocidades aberrantes, completamente impuras sin tener
que ver con el sexo, aunque, sé, a ciencia cierta, que muchos psicólogos y
filósofos asocian todas las aberraciones humanas al sexo, aunque no tendría que
ser así realmente, ya que, el hombre, el ser humano, se compone de mucho más
que energías sexuales, energías emocionales, en este caso "no
constructivas" sino destructivas. El ser humano también tiene pensamientos
y emociones negativas que lo pueden dirigir a cometer actos impuros.
La lujuria sí, es veneno para el alma, pero existen muchos otros venenos para el alma.
Cuando os Casáis dejáis de ser dos Cuerpos, dos Almas, dos Seres |
Refiriéndonos
al sexo, yo no creo que sea un acto impuro tener una relación sexual con otra
persona si los dos no tienen otras parejas, aunque no estén casados, y no por
lo del pecado del adulterio, sino porque sabemos que cuando dos personas se unen
en un acto sexual conectan, en principio, por lo menos sus chakras Sacros, y
otra pareja fuera de esa relación se resentiría en los chakras Sacros de la
pareja primera como energías negativas exteriores, o sea, que las infidelidades
existen, aunque no exista un documento eclesiástico o civil que acredite que
puedas tener relaciones sexuales con la persona que te has casado, y por el
mero hecho de estar casado, y no es pecado esa relación.
En
la Biblia podemos leer que cuando dos personas se casan (el casamiento no se
consuma hasta que la pareja tenga relación sexual), pues dejan de ser dos
cuerpos y comienzan a ser uno. Quizás por mala interpretación o porque no lo
entendieron muy bien los religiosos, quizás confundieron "dos almas"
con "dos cuerpos", porque está completamente claro que dos cuerpos
siguen siendo porque son dos almas encarnadas, cada una en su propio cuerpo,
pero lo que sí sucede cuando nos relacionamos sexualmente con otra persona es
que (se supone si existe amor en la relación), que dejan de ser dos almas y
comienzan a ser una sola. Literalmente "se casan", por lo menos de
forma energética. Esto sucede porque el sistema de chakras mayores de cada una
de las personas involucradas en la relación se une formando una sola aura, un
solo cuerpo energético, un solo ser. Se casan a nivel energético, el único
real.
La
infidelidad es la entrada en ese campo áurico de la pareja "casada"
de las energías de otro ser sin el consentimiento de alguno de los miembros de
la pareja. En el caso de la infidelidad sexual no se crea solo un caos
energético en las almas de la primera pareja, sino en el campo áurico de la
nueva alma que se conecta y, además en el alma de demás personas involucradas si
la infidelidad es reciproca y con personas que también tienen otras relaciones
sexuales.
continuará ...
Damián Alvarez
Consigue el Libro "El Gran Poder en los Mandamientos de la Ley de Dios" (enlace), de Damián Alvarez
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