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| Color Castaño. Invitación al Recogimiento, a la Quietud, a la Paz |
Confort, hogar, recogimiento, quietud, templanza, seguridad, sensación de paz y tranquilidad, estabilidad, fundamento, tierra.
El color Castaño nos recuerda toda realidad física, la realidad del tiempo de la siembra y el tiempo de la cosecha. La realidad de que aunque oscuro se vea el mañana siempre podrá haber un cambio positivo, aunque sea a base de duro trabajo y esfuerzo.
El Castaño es el calor del fuego del hogar. Noches perezosas, de recuerdos y cuentos ancestrales. El color de las tradiciones y de no dejarnos engañar por los que te venden futuros inciertos, sino del apoyo realista y práctico tras las decisiones. El Castaño nos retrae un poco, “quizás mejor esperar a mañana”, nos ayuda no a ser impulsivos y no “tirarnos” tras la vida, sino dejar que la vida nos llegue y experimentarla también de forma pasiva, tan solo disfrutándola, absorbiéndola, recogiendo de vuelta las energías que en un pasado utilizamos de forma activa, para recuperarnos y cargarnos de energía.
El Castaño es el color de la Templanza, si, pero también el color de la Paciencia, de la Calma, de la Estabilidad, del Discernimiento, del Sentido Común. De saber escoger entre lo bueno y lo que aparentemente es bueno, pero realmente no lo es.
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| El color Castaño es eficaz en el Tratamiento de la Ninfomania |
De forma terapéutica el Castaño se utiliza principalmente para infundir estabilidad en casos de sobre-excitación, por lo que es muy efectivo para combatir la hiperactividad infantil y las pasiones excesivamente fogosas como la Ninfo-manía.
También calma las emociones y las alteraciones mentales extremas, aportando sentido común, orden y auto-control, no permitiendo que hagamos locuras. El Castaño nos arraiga, nos hace conscientes de que debemos “tener los dos pies en el suelo”.
El color Pardo se puede utilizar para estabilizar todos los sistemas corporales y cargarlos de energía sin sobre-excitarlos. Color muy bueno para todas las personas que trabajen con la tierra, en el campo, como los agricultores, que necesitan quizás de energía extra a consecuencia de su trabajo corporal físico.
Metafísicamente, se puede explicar como el color, la luz segura de sí misma, no por ilusiones infundadas, sino basada en un discernimiento profundo y un trabajo totalmente práctico que aporta la seguridad de hacer las cosas bien hechas.
El color Castaño es nuestro Ego manifestado en la tierra gracias a nuestras energías creativas, pero también gracias a las energías telúricas de la naturaleza. Por ésto es el color de los agricultores, que necesitan de la naturaleza para manifestar sus pensamientos.
Si analizamos el color Castaño observaremos el sencillo tono brillante, el toque dorado, la pincelada divina, la luz amorosa, que necesita la tierra cultivada para crecer y convertirse en cosecha.
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