La Perfección de las 7 Flores centrales forman una Merkabah, el Aliento de Dios. El Todo del Todo en el Uno. La Vida |
... y Dios sopló aliento de vida en él, y el hombre fue un ser viviente ...
La gran mayoría de estudiosos del tema saben que la Flor de la Vida es una figura geométrica formada básicamente por 19 círculos, pero no muchos llegan más allá del plano simbólico de dos dimensiones.
No les voy a aburrir contándoles todo lo que ya se ha escrito sobre la Flor de la Vida como que tiene más de 6.000 años de antigüedad, se descubrió en Egipto, etc. sino de nuevos descubrimientos propios basados en investigaciones y experiencia de muchos años.
Todo símbolo representa unas energías, unas energías en movimiento, energías multidimensionales. Se sabe que la Flor de la Vida representa todo y el todo, el universo al completo pero ¿por qué?
La Flor de la Vida está compuesta de 19 círculos como hemos dicho, o mejor dicho de 19 esferas. Las 19 esferas simbolizan numerológicamente el Todo, o sea, 1+9=10, el Todo. No existe nada fuera del número 10. Con los 10 primeros número se forman todas la demás cifras. Además el 10 sería igual que 1+0=1, y el uno es Dios, el Todo.
También apreciamos que en este símbolo se encuentra la Estrella de David formada por sus esferas, pero no lo es todo, porque cada flor en cada esfera forma también una Estrella de David.
Hablando de esferas y no de estrellas o círculos planos podemos apreciar entonces que la Flor de la Vida es una Merkabah compuesta de 19 Merkabah. La Flor de la Vida no es plana sino multidimensional por lo que esos 19 círculos, flores, esferas, merkabah, forman infinitas esferas, o como dirían los iniciados una "Red de Merkabah multidimensional infinita".
La Flor de la Vida es una Esfera infinita Multidimensional Dinámica |
En la Merkabah se encuentra el "Corazón" del Creador (la Esfera de Cruces de Jehovah, ver "Geometría Sagrada" en este mismo blog), la creación física y la creación espiritual entrelazadas, así mismo en cada Flor de la Vida. Al igual que en la Merkabah que de cada una de sus puntas (pirámides) se puede formar otra Merkabah y así sucesivamente hasta el infinito de la creación divina, cada pétalo de la Flor de la Vida forma parte de otra flor. De cada flor esférica se forman infinitas flores esféricas.
En la Flor de la Vida se encuentran el Creador, las energías creadoras del Creador y la Creación. El todo del Todo en el Uno.
Sabemos que tanto Dios, las energías creadoras de Dios y la creación son, ni más ni menos que Amor Consciente, de ahí la capacidad de los seres de crecer, desarrollarse, mantenerse vivos. La Conciencia creadora de Dios, Amor Puro se le denomina en este ámbito Metratron y Shekinah, que siendo la misma energía, Metratron simbolizaría la Conciencia Divina y Shekinah las energías creadoras, también divinas.
Como de la luz de un diamante se tratase, así es Jehovah. La luz blanca o dorada brillante sería Su conciencia y la luz de colores Su energía creadora. Siendo la misma luz tiene dos aspectos inseparables: Conciencia y acción creadora.
No es que en la Flor de la Vida se encuentre esa Conciencia energética divina, ese Amor Puro que forma y da vida, ese Aliento de Dios, sino que la Flor de la Vida es esa Conciencia creadora. Energías que crean y sustentan, que mantienen y protegen, que sanan y que curan.
Para concluir, diré que la Ciencia aún no ha encontrado el Aliento de Dios porque no se encuentra en la expresión física del Creador, no se encuentra en las moléculas, átomos o células sino en lo que los científicos denominan vacío. El Aliento de Dios es lo que une y sustenta el todo, siendo el todo Él mismo.
Damián Alvarez