El Cuerpo Etérico (chakra Base), el Cuerpo Emocional (chakra Sacro), y el Cuerpo Mental (Plexo Solar) ya no lo necesita el ser humano que se desencarna. Sin cuerpo físico, sin vida física tridimensional no necesitamos comer, beber, ir al baño, etc., no necesitamos las pasiones, los deseos sexuales u otros deseos mundanos, tampoco necesitamos la mente lineal, lógica, o sea, nuestro ego.
Es lógico, científico. Cuando atravesamos el umbral astral conservamos nuestra capacidad de planeamiento creativo y desarrollo (Cuerpo Cetérico, Chakra Garganta), nuestro alter ego (Cuerpo Angelical, Tercer Ojo), y nuestra esencia divina (Cuerpo Divino, Chakra Corona).
Después de la desencarnación seguimos siendo seres conscientes individualizados, creadores, amorosos, divinos, pero nuestro ser en ese entonces nos trasciende irremediablemente porque ya no tenemos un ego que nos separe de los demás, ya no vivimos para nosotros sino vivimos para el Todo y para todos.
Las etiquetas mundanas como "padre", "madre", "hijo", "sobrino", "tío", etc., desaparecen en la vida espiritual precisamente porque ya no tenemos esos chakras/cuerpos físicos que nos separaban de los demás en la vida terrena. Ya solo seríamos todos iguales seres espirituales creados a imagen y semejanza de Dios pero desencarnados.
El ser humano también desdobla su alma espiritual, gracias al amor, para poder formar un cuerpo físico y poder tener una vida terrena como ser espiritual encarnado. De ahí los chakras y cuerpos físicos, necesarios para vivir en el planeta. Así como es arriba es abajo, una perfección absoluta la del Creador, que no se "anda con chiquitas" ni deja nada al azar.
Damián Alvarez
30 Años Sanando y Educando al Mundo
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