La oración del “Padre
Nuestro”, legado de Jesucristo a la humanidad es un gran y buen ejemplo que
demuestra que “todos somos uno”, y que debemos de vivir siendo uno.
Padre de todos, todos, todos Nosotros que estás en
los Cielos
Venga a nosotros tu reino, ...
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy, ...
Perdona nuestras deudas, ...
No nos dejes caer en la tentación, ..."
He acentuado con
"negrita" en el texto anterior aquellas palabras que nos
"envuelven" a todos los seres humanos como "uno" para que
se den cuenta de lo que quiero decir.
Está totalmente claro que la "Oración del Padre nuestro" no fue diseñada para peticiones individuales, egocéntricas, vanidosas, orgullosas, egoístas, sino para peticiones transcendentales, así transciendan hacia todos los demás seres humanos como hacia seres espirituales superiores: Dios mismo, Su Nombre, Su Reino, Su Voluntad.
Venga a todos, todos, todos Nosotros tú Reino
La "Oración del Padre
Nuestro" contiene más secretos y más claves que palabras. Esto es
precisamente posible porque es una oración transcendental, y no solo porque
trascienda al ser humano como individuo elevándole la conciencia convirtiéndolo
en un "yo superior" sino porque se trasciende a sí misma llegando
mucho más allá que las palabras que la componen.
El Pan de todos, todos, todos Nosotros dánoslo Hoy a
todos
Entiende que la bendición de tu vecino es la tuya propia, porque todos somos uno, y todos formamos el todo, unidos por las eternas e inmutables Leyes Divinas de Interacción y Resonancia Energética.
Consigue el Libro "Jesucristo y las Leyes de Interacción y Resonancia Energética" (enlace), de Damián Alvarez