Los Milagros de Jesús se Sucedieron gracias a las Leyes de Interacción y Resonancia Energética entre los Seres Humanos |
Con lo anterior expuesto se demuestran un par de cosas
importantes:
Primero, que Jesucristo tanto podía "perdonar
los pecados" como "sanar y curar", o sea, hacer
"milagros". Aunque, ya, nosotros sabemos, que lo que la ciencia, la
religión, y los ignorantes en general, denominan "milagros" o
curaciones espontáneas, no son tales, sino que ellos llaman "milagros"
a cualquier acto humano (realmente de un ser espiritual), que ellos no puedan
explicar. Nosotros, los sanadores, sí podemos explicar las "curaciones
espontáneas", porque las llevamos a cabo cada día, y además sabemos cómo
suceden, o sea, que de milagros, nada. Una "curación espontánea" que
se sucede de forma consciente gracias a la intervención anímica de un ser
espiritual sobre otro ser espiritual, aunque, siendo un acto de poder, y
gracias a las energías divinas (como todo lo que sucede en el universo), no es
algo inexplicable, o sea, milagroso, sino pura ciencia anímica y física.
Segundo, que Jesucristo asocia "pecados"
con enfermedades físicas manifestadas, y que, era lo mismo "perdonar
pecados" que curar. Realmente el "perdonar los pecados es sanar la
raíz de la enfermedad física manifestada (síntomas físicos), y la curación se
sucede después (segundos, horas, días, semanas, meses), o sea, de forma
espontánea, aunque no sería espontánea, sino debido a la manifestación de unas
energías espirituales de equilibrio sobre el cuerpo físico.
Para Jesucristo "Perdonar los Pecados" Equivale a Sanar |
Lo anterior expuesto no degrada el poder divino de
Jesucristo, sino que lo aumenta, para, además, expandirlo hacia todos los seres
espirituales a los que Dios haya bendecido con el don del "libre
albedrío", y, que, por tanto, puedan elegir, por cuenta propia
"ofrecer su cuerpo y alma", en servicio de ayuda a otros seres (en
este caso sanación y curación). "Cosas mayores que yo harán ustedes",
decía Jesucristo a "boca llena".
Sí, así es, ni más ni menos. Jesucristo era consciente de que el ser humano, al igual que él (por lo menos mientras estuvo encarnado), es un ser creado a imagen y semejanza de Dios con un "poder", que realmente parece ridículo a estas alturas para nosotros, ya que, con tan solo no pecar, no enfermaríamos jamás, o con otras palabras: "viviendo con amor no enfermaríamos jamás, De hecho Jesucristo mismo nos dio "la clave de la vida eterna": "Cumplir con los Mandamientos de la Ley de Dios", que resumidos por él mismo: "Amarás a Dios sobre todas las cosas, al prójimo y a ti mismo".
La iglesia, bien dice, aunque tampoco lo pueda
explicar que "Jesucristo se sacrificó en la cruz por todos nosotros, para
que hubiera perdón de los pecados". Así es, ni más ni menos, aunque
hubiera sido lo mismo que lo clavaran en una cruz, lo ahorcaran, o muriera de
todas las penas, angustias, rabias, odios, celos, envidias, rencores, y demás
desequilibrios que toda la humanidad tenía/padecía en ese momento histórico.
Nosotros, los sanadores, sabemos lo que se "sufre" sanando a otra persona. Sentir en cuerpo y alma los desequilibrios como angustia, ansiedad, rencor, preocupaciones, dudas, odios, nerviosismo, estrés, etc., de otra persona, en nuestra propia alma, no es tarea fácil, amén de todos lo síntomas físicos que el paciente pueda tener y que experimentamos con nuestro propio cuerpo. Ofrecer cuerpo y alma (literalmente), de forma real, para el bienestar de otra persona, que quizás, ni siquiera valore nuestro trabajo, se desempeña, tan solo con amor profundo y por amor profundo, también real, si no, no se haría.
Sanar, curar, "perdonar pecados"
(equilibrar el sistema de chakras del paciente), se sucede, al igual que se
sucedió en la "Pasión de Cristo", gracias a las Leyes de Interacción
y Resonancia Energética, y que no abarcan solo a los humanos, sino también
(hace solo unos años atrás descubierto por mi persona, ya que incluía a
Jesucristo en la humanidad), entre los seres humanos y otros seres, así sean
espirituales o no.
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