martes, 6 de abril de 2021

Las Curaciones de Jesucristo (Introducción)

Curaciones de Jesucristo:
"Cosas mayores que yo harán ustedes"

Las Curaciones de Jesucristo:

Los investigadores bíblicos envuelven en un halo de misterio divino las curaciones de Jesucristo, achacándolas a poderes divinos sobrenaturales. Se habla de poderes sobrehumanos, de milagros, de cualidades divinas, pero nosotros, que conocemos las leyes de interacción energética entre los seres humanos, y el gran poder del amor como energía sanadora, curativa, creativa y de mantenimiento, sabemos que las curaciones de Jesucristo ni fueron milagros, ni fueron actos de poder, ni fueron espontáneas, de hecho, el mismo Jesucristo, se atrevió a decir: "cosas mayores que yo harán ustedes", dejando patente con la frase anterior que cualquier ser humano podría curar, sanar, perdonar pecados, hacer "milagros", etc.

Si la ciencia se hubiera ocupado, aunque solo fuera un 10% de investigar el alma humana, así como ha investigado el cuerpo físico, se hubiera dado cuenta fácilmente del potencial energético que posee el ser humano, y su capacidad de enfermar (de forma inconsciente), y de sanar y curar (de forma consciente), tanto así mismo como a otros seres (leyes de interacción y resonancia energética).

Todo ser Humano, así como Jesús, posee un Infinito Poder
de Curación, de Sanación, y restablecimiento de la Salud


No cabe la menor duda de que existe una interrelación energética entre todos los seres vivos, de ahí el poder sentir el enamoramiento, el deseo sexual, los pensamientos positivos, la compasión, la empatía, etc., como energía que une, renueva, sana, cura y mantiene. Procediendo principalmente del sistema de chakras mayores del ser humano y dirigidas hacia el sistema de chakras mayores de otros seres vivos, incluyendo a los demás humanos, claro está. Pero no queda ahí, sino que, como todo ser humano está formado por órganos similares (hígado, corazón, páncreas, pulmones, etc.), que tienen su propia energía, y sabiendo que la enfermedad afecta a esa energía, o al revés, la energía de los órganos afectados afecta a los órganos, enfermándolos.
Por la misma regla de tres, podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que, las energías de un órgano sano de una persona cualquiera puede curar el mismo órgano de cualquier otra persona, o, al revés, enfermarlo, si estuviera enfermo. Esto se debe a la resonancia energética entre los órganos de los seres.

Así pues, con un poco de entendimiento, se pueden explicar las curaciones (hasta a distancia), de Jesucristo, ya que, las energías se mueven en el tiempo y el espacio sin límite conocido, a saber por los sanadores.

Damián Alvarez
30 Años Sanando y Educando al Mundo
Gran Era del Amor