viernes, 22 de febrero de 2019

Amarás a Dios sobre toda las Cosas. Primer Mandamiento de la Ley de Dios. Relación entre el Ser Humano y Dios (Primera Parte)

Amarás a Dios sobre todas las Cosas, al Prójimo y a ti Mismo

AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS:

Recuerda que los Mandamientos son órdenes, mandatos, se deben de cumplir obligatoriamente. No existe otra alternativa, otra opción, pero ¿cómo se ama a Dios?, si ni siquiera sabemos lo que es amor o cómo se ama (hablo en general).

En primer lugar, amaríamos a Dios cumpliendo con sus "Mandamientos de Amor". Nadie que no cumpla con los 10 mandamientos puede decir que ama a Dios. Amamos a Dios cuando vivimos como Dios manda. "No por mucho decir "señor, señor" entrarán en el reino de los Cielos", o "Quién es mi padre y mi hermano sino el que hace la voluntad de mi Padre", podría decir Jesucristo.

El amor es la sabiduría divina llevada a la práctica de forma pura, o sea, sin cambiarle nada.
En segundo lugar, amar al ser humano es amar a Dios: "Amarás a Dios sobre todas las cosas, al prójimo como a ti mismo", ¿recuerdas?, o "Toqué a tu puerta y no me abriste, tenía sed y no me diste de comer, ..."

Aquél que no Ama a Dios no se Ama a sí Mismo y Viceversa

¿Cómo puedes decir que amas a Dios cuando no amas a los demás seres humanos? ¿Cómo puedes decir que amas a Dios cuando ni siquiera te amas a ti mismo?
y ¿cómo se ama a los demás? pues permitiéndoles (no impidiéndole, o no obligándolos, o no deteniéndolos),  que cumplan con los mandamientos de la Ley de Dios.

Amas a los demás cuando les permites ser ellos mismos (siempre y cuando se comporten como ellos mismos, o sea, como seres creados a imagen de Dios).

Y ¿cómo se ama uno a sí mismo? pues siendo uno mismo, un ser creado a imagen de Dios con todo el potencial que ello conlleva, viviendo así como fue creado, sin miedos, prejuicios, tabúes, enseñanzas erróneas. Un ser humano que se cree insignificante, lleno de inseguridades, complejos y frustraciones, pues, ni ama a Dios (se queja a Dios de sus penurias, y ya sabemos que el que se queja es un malagradecido que "escupe a Dios a la cara"), ni a la vida (no le gusta la vida, la experimenta de forma negativa y cruel), ni a sí mismo (se auto-desprecia, no se gusta a sí mismo, cree que los demás son más guapos, inteligentes, tienen más, etc. Algunos se atreven hasta a decir que Dios se equivocó con ellos, o que Dios no existe porque, si no, ¿por qué tanto sufrimiento?) , o con otras palabras, o sobre todo, cumpliendo con los Mandamientos de la Ley de Dios.




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Gran Era del Amor