Jesús, el Gran Maestro ¿Quién lo puede superar? |
Si el Maestro aprende del alumno ¿Quién es el Maestro, el Maestro o el alumno?
La Misión de un buen Maestro es enseñar al alumno y no aprender de él.
El Maestro aprende de sus Maestros, de la Vida, de la Experiencia, de Dios.
Una enseñanza, una Verdad se le puede revelar al Maestro a través de un alumno, de un pájaro, de una flor, de un niño. Es la Vida, es Dios quien educa al Maestro no su alumno o discípulo.
El Maestro que tiene que aprender de sus alumnos, forzosamente tiene que reconocer, tarde o temprano, que estaba equivocado, que no sabe, y si un maestro no sabe, desengáñense, entonces no es un Maestro.
Lo más probable que el alumno pierda la confianza y el respeto hacia el maestro, que se intercambien los "papeles" y que el Maestro acabe siendo manipulado como una marioneta por sus alumnos.
La inseguridad de algunos Maestros es lo que los lleva a tal extremo de ser manipulados por sus alumnos, y le será muy difícil al Maestro imponer de nuevo respeto en ellos (sus alumnos).
Dios Enseña al Maestro en la Escuela de y a través de la Vida |
Un buen maestro debe de tener siempre una buena respuesta y una explicación para sus alumnos. Un buen maestro no debería decir nunca "no se", porque entonces no se puede considerar un buen Maestro. Un buen maestro debe de tener siempre una buena respuesta para sus alumnos (lo repito para que quede claro).
Por otro lado, el Maestro, en el ámbito de las Terapias Energéticas y el Desarrollo Personal y Espiritual debe de desarrollarse constantemente y tener nuevas y más profundas enseñanzas que ofrecer a sus alumnos, ya que de esto se trata, se trata de desarrollo.
El Maestro que no se desarrolla personal y espiritualmente no puede enseñar a otros a desarrollarse.
El Alma humana es dinámica, si no se desarrolla "va hacia atrás". Nunca estamos quietos, parados, siempre estamos en desarrollo continuo, así sea hacia adelante o hacia atrás. Nunca estamos inertes.
Los Maestros que se conforman solo con lo que les han enseñado no se desarrollan nunca. Pasan los años y siguen "pisando" en el mismo sitio. Enseñan año tras año el mismo curso, de la misma manera, no evolucionan. Por lo que no es de extrañar que sus alumnos los superen.
Damián Alvarez