miércoles, 1 de febrero de 2012

La Escuela de Dios. El Peligro

Sin miedo no existe el peligro. El Amor es Valentía de Vida

Para entender y poder estar por encima del peligro tenemos que comprender tres cosas:
La primera, no tener miedo. La segunda, ser prudente. Y la tercera, no permitir que el miedo al peligro te detenga, te domine, te obligue, te manipule, te separe de Dios, de tí mismo y de los demás.

Los peligros casi siempre son infundados. Solemos ver peligros a diario, allí donde no existen. Esos peligros imaginarios son debido principalmente a nuestra ignorancia, al hecho de que no sabemos quienes somos realmente y cual es nuestro potencial divino. Pocos peligros encontraríamos en la vida/el mundo si viviéramos como seres creados a imagen y semejanza de Dios.

La ignorancia a su vez nos conduce al miedo y el miedo es precisamente lo contrario al amor, osea, lo contrario a nuestra esencia, lo contrario a nuestra naturaleza verdadera. Sabemos que el miedo “no existe” porque la creación de Dios es Amor y el miedo no puede existir en el amor.

El niño inocente no tiene miedo, el niño confia, el niño ama. Los adultos inculcan el miedo en los niños, como un intento de protegerlos de un mundo que creen cruel, de un mundo peligroso. Ese miedo no protegerá al niño, en cambio, será su infelicidad y destrucción final.
Al mismo tiempo “entendemos” el proceder de los padres y educadores cuando educan con miedo y no con amor, ya que ellos han sido educados con miedo y están llenos de miedos, por lo tanto solo pueden “educar” de la única forma que saben: con miedo.

Recuperar el Paraíso Terrenal es Derecho y Honor de todos

También hacer hincapié que el mundo que nuestros padres creen agresivo está compuesto por ellos mismos, el mundo no es algo aparte de lo que nos podamos salir, el mundo somos tu y yo, el mundo somos todos. Cuando pensamos que el mundo es peligroso, realmente estamos diciendo a nuestros hijos que nosotros somos peligrosos. Una frase que me hace mucha gracia es la siguiente: “Como se habrán enterado los padres de todo lo que le intentan advertir a sus hijos”.

No solo debemos educar a nuestros hijos con amor, sino también a nuestros padres y abuelos.

Tener miedo a que nos maten o a que nos matemos es comprensible en cierta medida, pero el miedo nunca podrá evitar que nos maten o que nos matemos, sino la Prudencia y la Discreción. La Prudencia es una virtud y las virtudes son expresiones del amor, así que prudente es el que vive con amor. Vive con amor para no hacer daño a los demás, ni a sí mismo. No vivas con miedo, porque ese miedo será tu mayor peligro.
De todas formas, la mayoría de las personas viven con miedo a todo y a todos, osea, ven el peligro en todo y en todos, si no, no vivirían con miedo.

Es “fuerte” reconocerlo, pero para la mayoría de las personas, el mundo es un mundo peligroso, el ser humano es un ser peligroso. Piensa que la verdad es lo contrario: Dios creó el planeta Tierra como un paraíso y nosotros somos seres creados a imagen y semejanza de Dios, somos amor. Deberíamos vivir en este paraíso en paz, armonía y felicidad todos los días de nuestros años. ¿Porqué, entonces, tanto miedo a un peligro irreal, infundado? La respuesta es fácil, la respuesta más lógica es: “porque nos han engañado”.


La Mayor Protección Posible son las Enseñanzas Bíblicas

Vivir con amor no significa ser tonto, al contrario. El amor es sabio, el amor es poderoso, el amor causa respeto, seguridad y fidelidad. El miedo, al contrario, crea inseguridad, incertidumbre, preocupaciones, ansiedad, angustia y al final pánico. El pánico nos hace actuar de forma irresponsable, impulsiva, insegura con los demás, y es entonces cuando nos convertimos en seres peligrosos para ellos y para nosotros mismos. Es la manera de actuar imprudente e indiscreta la que crea peligro.

Al fin y al cabo el miedo es siempre lo que nos puede parar. El miedo al peligro nos limita, nos controla, nos manipula, nos obliga, nos detiene. Sabemos que todo lo que nos limita, controla, manipula, obliga y detiene no viene de Dios porque Dios nos dio Libre Albedrío.
Contra todo lo que nos quita el Libre Albedrío debemos “luchar”, pero con amor, prudencia y discreción.
Realmente lo que te para no es el peligro sino el miedo al peligro, esa mentira. Los seres espirituales negativos nos engañan a creer que existen peligros para que con miedo vivamos peligrosamente hacia nosotros, los demás y el planeta y nos auto-destruyamos.

De todas maneras “que tu mano izquierda no se entere de lo que hace tu derecha”, “más vale perro vivo que león muerto”, “de que te vale ganarte todo el mundo si te pierdes a tí mismo”, y “no tengas miedo de los que pueden matar tu cuerpo y no tu alma” está escrito y son directrices a seguir para vivir de forma prudente pero sin miedo.

No seas tonto, no permitas que el “peligro” o el miedo al “peligro” te detengan, así no podrá nadie impedir con una mentira, que la Voluntad de Dios se manifieste en la tierra a través de ti y que a través de ti el planeta tierra llegue a recuperar la condición original de paraiso de paz, armonía y felicidad.




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Gran Era del Amor