viernes, 20 de abril de 2012

Mitos sobre los Maestros de Sanación y Sanadores. "Que un Sanador no Debe de Cobrar"

La Sanación es un Don de Dios, un Regalo de Dios a la Humanidad

Las personas que defienden esta postura se basan en que si la Sanación es un Don de Dios y ese Don lo has recibido gratis, también entonces la tienes que ejercer gratis.

La Sanación es un Don de Dios para toda la Humanidad, pero ¿porqué entonces no se dedican a practicar el Arte de la Sanación todos los humanos?
La Respuesta es sencilla: Porque es el trabajo más difícil de ejercer. Un Sanador no solo trata el cuerpo físico como los médicos (que ya tu vez si que cobran, y muchísimo dinero), sino que también tratan el Alma, osea siete cuerpos energéticos que forman la Anatomía Espiritual Humana.

Pero no queda ahí, un buen Sanador tiene que ejercer no solo de Sanador, ya que la Sanación es la vida, un Sanador ejerce también de Psicólogo, de Sacerdote, de Guía y Maestro de Vida, de amigo, de apoyo.
El Sanador ocupa muchas veces también el "papel" de padre, de madre, de marido, de hijo, etc. para cubrir, sanar en un momento dado las carencias afectivas del paciente.

Sanador, Maestro, Guía, Apoyo, Amigo

Un Sanador se encuentra (y más hoy en día) con muchas energías negativas que "acompañan" al paciente y con las que el Sanador/Terapeuta tiene que "luchar" para deshacerlas, "sufriéndolas" mientras tanto en su propio cuerpo y Alma. Un Sanador muchas veces está arriesgando su vida por la de los pacientes.

Por otro lado, al buen Sanador se le podría considerar un "Devorador de Pecados", porque elimina del paciente la ira, el rencor, la rabia, el odio, la envidia, etc. de éste, también sintiendo esas emociones negativas con su propia Alma.

Los pacientes a menudo también ignoran que existe un "antes" y un "después" de las Terapias. Los pacientes creen que la Terapia se sucede solo mientras el Sanador le "pone las manos encima".
El paciente ignora que el Tratamiento empieza mucho antes que éste llegue a la consulta del Sanador y que no termina al final de la Terapia, sino que el Sanador/Terapeuta se tiene que recuperar después de la terapia. Muchas veces esa "recuperación" solo tarda varios minutos, pero es posible también que muchas veces esa "recuperación" dure días, semanas y hasta meses.

Toda Terapia de Sanación tiene un "Antes" y un "Después"

¿Y qué me dicen de las Brujerías?
Si un paciente "trae" consigo una brujería, el Sanador debe primero quitarle la Brujería, para luego seguir tratando al paciente de otras difunciones y/o enfermedades. Se los prometo es trabajo arduo.
Pero por si fuera poco, el Brujo que le estaba haciendo la brujería al paciente se "mete" ahora con el Sanador, entablando pues una Guerra Espiritual con el Terapeuta.

El Sanador, que ya tenía varios "frentes de lucha" abiertos por el bien y mantenimiento de sus pacientes a causa de ataques energéticos de brujos, que siendo canales de energía negativa y manipulados por Seres Espirituales Negativos, no desean que exista Luz, Paz, Amor en el planeta, aún menos que la Voluntad de Dios se manifieste en la Tierra, tiene que abrir un "frente de lucha" más por el bien del paciente actual.

El paciente no ve el trabajo multidimencional energético que conlleva el ser Sanador, sino que al contrario, como se siente mal se vuelve totalmente egoísta y solo desea estar bien él, a costa de lo que sea y de quien sea, sin darse la más mínima cuenta de que el Sanador está arriesgando su vida por el bienestar de él (paciente) y su familia.

El Buen Sanador trabaja por Dios y para Dios

Un paciente también puede estar poseído por diferentes tipos de energías y/o seres negativos, con los que el Sanador tiene que "luchar" para que abandonen el cuerpo y Alma del paciente, arriesgando con ello el Sanador su propia vida por la vida del paciente.

El buen Sanador trabaja para Dios y su mayor poder es la Fe que tenga en Dios. Tanto es así, que algunas veces el Sanador le pide a Dios que le "pase" a su Alma las energías negativas que están causando un mal o enfermedad, quizás crónica o terminal, en un niño o persona muy débil, sabiendo que él, estando más fuerte, puede llevar consigo la enfermedad del paciente y sanarla a la larga y así salvar la vida a ese niño o a ese anciano débil.

Es verdad que la Sanación es un Don de Dios, pero muy lejos de ser gratis. A un buen Sanador/Terapeuta le ha costado mucho dinero quizás el pagarse su carrera de medicina Vibracional y pagar todos los cursos que haya asistido, así sean cursos de Anatomía Espiritual, Reiki, Cristaloterapia, Masajes, etc., etc. para completar sus estudios. También cuesta dinero el material y los productos utilizados.

La Sanación. Sacrificio de Amor para el Bien de la Humanidad

El paciente avaro, tacaño y egoísta no ve o no quiere ver lo que le cuesta al Sanador/Terapeuta la luz que está iluminando la consulta, el vaso de agua fresca que le ofrecieron al llegar, el incienso que arde en una esquina de la habitación y que huele tan bien. Tampoco percata el paciente que se debe de pagar un alquiler, ni lo que cuesta el combustible del desplazamiento del Sanador a la consulta, o la llamada de teléfono que se hizo para concertar la cita.

continuará...





Gran Era del Amor