Un Sanador puede utilizar el 90% de su Capacidad Cerebral |
Durante una Terapia de imposición de manos o Sesión de Sanación (como se desee denominar) se consigue harmonizar los dos hemisferios cerebrales. Una manera fácil de conseguir ese equilibrio entre la mente lógica y la intuitiva sería el "levantar" la vista con los ojos cerrados, osea intentar hacer que los ojos miren hacia el Tercer Ojo o mejor aún hacia el cerebro, pero eso sí con los ojos cerrados. Con esta técnica se consigue activar el hemisferio cerebral derecho (intuitivo) y relajar el hemisferio izquierdo (lógico).
Durante la terapia el Sanador no debe de hablar con el paciente ni el paciente con el Sanador, ya que las preguntas y respuestas lógicas haría que el Sanador perdiera la concentración y el equilibrio entre los hemisferios cerebrales.
Los primeros 30 minutos de la Terapia son los más fuertes (energéticamente). En este entonces el cerebro del Sanador y el del paciente estarán en resonancia energética y vibrarán a la misma frecuencia (ritmo cerebral).
Todas las ondas cerebrales (frecuencias cerebrales): Frecuencia Beta (14-70 ciclos por segundo, cuando estamos despiertos, en activo y alertas), Frecuencia Alfa (8-13 ciclos por segundo cuando cerramos los ojos y relajamos la mente), Frecuencia Teta (4-7 ciclos por segundo durante la meditación, práctica del Zen u otras técnicas de control mental), Frecuencia Delta (1-3 ciclos por segundo durante el sueño profundo), se utilizan al 90% al mismo tiempo durante una Sesión de Sanación.
Lo anterior expuesto quiere decir que la capacidad cerebral de un Sanador es mucho mayor que el de una persona que no practique el arte de sanar, al menos durante las terapias.
El aumento de ciclos por segundo (todas la frecuencias cerebrales juntas) en la frecuencia energética del cerebro implica también un cambio de desarrollo personal y espiritual que afecta también a la frecuencia energética del planeta Tierra.
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