No prometas nunca lo que no estés seguro de poder cumplir.
La vida se desarrolla desde los deseos del corazón, “semillas” plantadas por Dios.
La Fe induce al hombre a manifestar la voluntad de Dios en la Tierra y a sanar el planeta.
Ten Fe y te realizarás por completo, porque la Fe es Amor y tu eres Amor.
Todo aquél que juzga a los demás es persona injusta.
Justicia es vivir con amor y amar a Dios.
Practicamos la Justicia cuando amamos, porque Dios es Amor y Dios es Justo.
Deberíamos de levantarnos una hora más temprano el día que descansamos, porque es un día de disfrute para nosotros, pero ¿quién lo hace?
Haz salir el sol en tu corazón a cada amanecer y si un día está nublado, que si salga el sol en tu corazón.
Cuando lleguemos a amar al prójimo, a nosotros mismos y a Dios, entonces no existirá ser humano en la Tierra que necesite caridad.
La caridad es la Mano de Dios que hace salir el Sol y caer la noche para todos por igual.
Caridad es alegrarse con las alegrías del vecino y ayudarlo a que consiga las mismas alegrías que las tuyas.
Dios es un Dios del orden y no del caos... el “dios” del caos es otro.
La Esperanza es una flor que nace del corazón y crece hacia y ayudada por ese diminuto rayito de Sol que asoma tímido entre los nubarrones grises del cielo del mañana.
La Esperanza unida a la Fe es la fuerza que hace Milagros.
Cuando nos preocupamos, estamos maldiciendo el presente y el futuro, estamos cavando nuestra propia fosa.
La Esperanza llena de vida nuestra alma, nos hace suspirar de satisfacción. Es un himno a la vida y un homenaje al Creador.
Con la Esperanza decimos callados que Dios no se ha olvidado de nosotros.
Siempre habrá un amanecer, un nuevo día, lleno de Paz, Amor y Felicidad.
Damián Alvarez