Damián Alvarez. Maestro, Sanador, Terapeuta, Amigo de Dios |
No cabe la menor duda que la carrera de Maestro es difícil, pero yo personalmente, moriré "con las botas puestas". No me retiraré jamás por cinco motivos:
Primero, por que la Sanación y la Enseñanza es mi Misión Vital.
Segundo, porque el Alma no se "jubila" nunca.
Tercero, que quizás entre cien o mil alumnos que eduque, alguno pueda llegar a ser un buen Maestro.
Cuarto, aunque tan solo haya ayudado a una sola persona en toda mi carrera, pues ha valido la pena.
Quinto, porque si dejo de ser Maestro no seré un buen Maestro y tampoco un buen ejemplo para mis alumnos.
Además no le voy a dar ese placer a mis enemigos, enemigos de Dios también.
Damián Alvarez