Guerrero Espiritual. Sanador. Proceso de Desarrollo Personal |
Hemos visto en el capitulo anterior como el ser humano se enferma así mismo a causa de la “Educación Negativa” que recibe desde el momento de su nacimiento.
El “sistema” en el que vivimos hoy en día se basa en una educación negativa, pero ¿porqué? ¿qué fuerzas o poder existe tras el “sistema” que desea educarnos de forma negativa así enfermamos y morimos?.
Está claro que tras una “Educación Negativa” solo pueden haber energías negativas y estas energías son los “seres espirituales negativos” (“por sus frutos conoceréis al árbol”. Jesús el Cristo) de los cuales hablaremos en próximos capítulos.
Por otro lado tenemos al Guerrero Espiritual, Trabajador de la Luz, Guerrero de Dios. ¿Cómo pueden afectar de forma negativa las almas enfermas de otras personas al Guerrero Espiritual y porqué y cómo se debe de proteger de éstas?.
Un Guerrero Espiritual (se supone) es un Sanador, que se ha sanado en gran parte a sí mismo, que ha transcurrido un desarrollo personal y espiritual para llegar a donde se encuentra en este momento. Precisamente por eso es un Guerrero Espiritual, por eso puede trabajar para Dios y ayudar a la Humanidad: Porque está más sano que ellos y porque tiene la sabiduría suficiente que necesita para ayudar y guiar a otras personas.
Guerrero Espiritual. Persona Buena y Sana. Amigo de Dios |
En otras palabras, un Guerrero de Dios es una persona que se encuentra mejor que los demás seres humanos (tiene un alma más sana y equilibrada), porque ha experimentado un proceso de auto sanación y de desarrollo espiritual. El Trabajador de la Luz es un Guía, un Maestro, un Sanador, un Ayudante, un Artista (porque crea y no destruye).
El Guerrero de Dios es pues, el “espejo” del resto de la Humanidad.
Cuando dos o más personas se encuentran se produce lo llamado “Interacción Energética”. Tu alma y el alma de los demás se conectan ( por ésto podemos sentir los sentimientos de otras personas como el amor) y por la “Ley Física de Resonancia Energética” que dice (más o menos), que “si dos cuerpos energéticos que vibren con diferentes frecuencias se encuentran, al cabo de un tiempo determinado los dos vibrarán con la misma frecuencia energética, determinada siempre por el cuerpo energético de frecuencia vibratoria más elevada”.
En otras palabras: “Si una persona enferma se acerca a una persona sana, al cabo de un tiempo la persona enferma se sanará o la persona sana se enfermará, por lo menos a nivel energético. Esto se sucede de una u otra manera dependiendo siempre de si las energías de la persona sana o las de la persona enferma son las más fuertes, las de frecuencia más elevada.
continuará, ...
Damián Alvarez