La Felicidad del Guerrero Espiritual no acostumbra a ser tolerada |
El Guerrero Espiritual muchas veces será brutalmente atacado (las dos últimas palabras literalmente por la energías negativas creadas por otras personas y dirigidas hacia él, quizás de forma inconsciente, quizás de forma consciente.
En este capítulo lo mejor es especificar. Las energías negativas creadas por otras personas y dirigidas hacia el Guerrero de Dios serían:
Los celos.
Las envidias.
El rencor.
La ira.
La rabia.
El odio.
La energías negativas citadas anteriormente se dirigen de forma consciente hacia el Guerrero de la Luz con el poder de la fe para hacerle daño.
Las energías negativas anteriormente citadas también se pueden dirigir hacia el Guerrero de la Luz de forma inconsciente, automática, como un mero reflejo, un efecto de la “educación negativa” que el agresor haya recibido y no hace tanto daño al Guerrero agredido.
La dos formas de ataques energéticos, tanto la inconsciente como la consciente son debidas a la frustración e impotencia que la “educación negativa” ha inculcado en el agresor en un momento determinado de su vida, los “seres espirituales negativos” para utilizarlo como una marioneta contra el Guerrero de Dios y quizás también otras personas en momentos que esos "seres" crean apropiados.
Guerrero Espiritual. Realización Personal, Seguridad, Salud, Felicidad |
La frustración y la impotencia del agresor es debida a que cree que no puede conseguir la felicidad que desprende el Guerrero Espiritual u otra persona.
La persona llena de envidia, celos, rabia y odio, suele ser una persona acomplejada, sin seguridad en si misma. Persona, que en su momento fue atacada por los "seres espirituales negativos" quitándole su dignidad como persona y convirtiéndola en la piltrafa humana que es en este momento. Estas personas, realmente lo que necesitan es mucho amor, que las quieran, que le digan que valen y una re-educación consciente en el arte de amar, en el arte de vivir, en el arte de ser feliz.
El Guerrero Espiritual podría con su sabiduría y poder sanador (poder de Dios, quede claro) ayudar a tales personas enfermas, llenas de rabia, rencor, odio. Pero el orgullo, la soberbia, la vanidad, el egoísmo que va mano a mano con el rencor, la ira, y todos los demás pecados no permite (la mayoría de las veces) al enfermo sanarse y desarrollarse. Tan solo con pedir perdón sería suficiente, pero los "monstruos" que lo atenazan no se lo permiten, y el orgullo, como si fuera un demonio acaba destruyendo al enfermo si no cambia de postura y se convierte en un ser humilde que reconoce su enfermedad, que busca y pide ayuda al Guerrero Espiritual, que lo atenderá con mucho gusto.
Los celos, la rabia, el rencor, etc., convierten al creador de tales energías en un cómplice activo del diablo, así sea consciente de ello o no.
Aunque la mayoría de las veces los seres humanos crean, desprenden y dirigen esas emociones negativas sobre otras personas sin apenas darse cuenta, otras veces, algunas personas son totalmente conscientes del daño que pueden producir en otros seres humanos con sus pensamientos, sentimientos y emociones negativas, y las producen a propósito, a conciencia. Esas personas no tienen perdón: "Hay del que le toque un pelo al más pequeño de los míos, más le valiera no haber nacido", el que peque contra Dios será perdonado, pero el que peque contra el Espíritu Santo no lo será", está escrito.
Protección: El Guerrero Espiritual Sanará a sus Enemigos con Amor |
En el segundo de los casos, el agresor trabaja directamente para los “seres espirituales negativos” como un canal de energías negativas, para la destrucción del planeta, la raza humana y de Dios si pudieran. Aunque, pocas veces conocen la envergadura y las consecuencias reales de su maldad.
El Guerrero Espiritual, al trabajar para Dios, al mantenerse sano y feliz, al ayudar y sanar a otras personas, al crearse una buena reputación, al desprender luz, al vivir con amor, hará que muchas personas reaccionen con odio, rabia, envidia hacia él.
Son los “tejes y manejes” de los “seres espirituales negativos” y el mismo diablo. El Guerrero Espiritual puede estar tranquilo y reírse de la ignorancia de los falsantes que están cavando su propia tumba con la pala del rencor y el pico de la rabia.
Los Guerreros Espirituales devolverán amor, comprensión y perdón a sus enemigos poniéndose automáticamente con esta postura a un nivel más elevado que el agresor, que acabará hundido en su propia miseria.
El Guerrero Espiritual tendrá siempre en cuenta que su agresor humano es solo una marioneta ignorante en las manos de los "seres espirituales negativos" y los educará y sanará si éstos desean su ayuda. También el Guerrero Espiritual tendrá muy en cuenta las palabras de Jesús (que serán su mejor protección): "Ama a tus enemigos"...
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