viernes, 30 de agosto de 2013

Sabios Terrenales, Sabios Ignorantes. La Podredumbre de la Tierra

Los Sabios Verdaderos crean Paz y no Guerras

Existen por lo menos tres tipos de "sabios terrenales". Todos ellos trabajan para los seres espirituales negativos:

Los primeros podrían ser esos científicos, estudiosos, investigadores que se creen que son más sabios que los sabios verdaderos, ya que son más orgullosos, quizás más activos en sus pregones, que hablan o escriben de forma intelectual y no de manera sencilla como lo hace el sabio verdadero para que todo el mundo lo entienda. Los "sabios terrenales" muchas veces se creen que son más sabios que Dios mismo y creen que la Sabiduría Divina es cosa de analfabetos e ignorantes. No escriben, ni hablan así todos los entiendan, realmente les sirve de muy poco esta actitud, ellos escriben y hablan solo para intelectuales. Estos "sabios terrenales" escriben con su mente y mano, mientras que los sabios verdaderos escriben y hablan con el corazón, escriben y hablan con amor. Escriben y hablan para transmitir conocimientos y para que todos los entiendan. Lo hacen con amor, para así poder ser entendidos por todos, independientemente de estudios, estatus o cultura general que tengan sus oyentes, lectores, alumnos o discípulos.
Una vez escribí "de que te vale hablar con palabras muy bonitas si nadie te entiende", si la idea es transmitir conocimientos y nadie te entiende, estas fracasando en tu labor.
Este tipo de "sabios terrenales" menosprecian a todos aquellos que tienen menos cultura que ellos y no se expresan de forma tan intelectual como ellos. También menosprecian a los sabios verdaderos, a aquellos que en su humildad solo desean transmitir amor, que solo desean hablar de Dios, de la Verdad, del Camino y la Vida. Esta forma de actuar de los "sabios terrenales" es solo un síntoma de inseguridad por su parte, que demuestra miedo a cualquiera que pueda saber más que ellos. También sus Almas saben que están equivocados y su orgullo y soberbia son solo máscaras que ocultan lo fracasados que se sienten.

Los Sabios Verdaderos No Destruyen sino Conservan 

El segundo tipo de "sabios terrenales" también creen que saben más que Dios o que Dios no existe. Estos "sabios" se creen por lo menos semidioses. Acostumbran a usar sus conocimientos sin que lleguen a convertirse nunca en sabiduría, ya que los utilizan para destruir la Humanidad, el Planeta Tierra y al vinculo de unión entre el Hombre y su Creador. Estos "sabios terrenales" trabajan (sin saberlo, creo yo...) para los seres espirituales negativos.
Hablamos de científicos, químicos, físicos nucleares, ingenieros, etc.
Son los que utilizan sus conocimientos no solo para crear armas militares de destrucción, sino también esas medicinas, materiales, productos que hacen más mal que bien a la humanidad: Productos cancerígenos y productos que contaminan el agua, la tierra y el aire. Medicinas con efectos secundarios casi letales. Aparatos radioactivos, etc., etc.
El segundo tipo de "sabios terrestres" son ignorantes por dos razones: Primero, nada de lo que ellos descubran lo han descubierto, por que todo ya existía en la Creación Divina y toda Sabiduría parte de Dios, y segundo, porque creando productos y materiales, vamos a llamarlos tóxicos, no solo destruyen a la Humanidad y al Planeta, sino que se están destruyendo a sí mismos, a sus hijos y nietos y al planeta que les da de comer.
Intentan convencer al ser humano de que sus investigaciones, descubrimientos y productos que nos están matando son el desarrollo y la evolución humana. Para ellos solo existe el mundo físico y prefieren "matar" a sus madres con productos cancerígenos que perderse la oportunidad de un galardón, un premio, una atención.
También, como los primeros, son seres fracasados porque saben que están obrando mal y no son lo suficientemente valiente como para evitarlo y porque necesitan del reconocimiento de otros seres humanos para sentirse seguros, lo que solo es un síntoma también de inseguridad.

Los Sabios Verdaderos No Enferman el Mundo sino que lo Sanan

El tercer tipo de "sabio terrenal", se le podría también llamar "sabio carnal" o "sabio demoníaco". Son realmente horrendos y seles puede dividir en dos clases. La dos clases dirigen a la humanidad hacia el caos y la destrucción final.
El Primer tipo de "sabio demoníaco" es el que utiliza sus conocimientos para crear productos, objetos, materiales, etc., para la perversión, la depravación y la tortura del ser humano, como podrían ser nuevas drogas, nuevos métodos sexuales antinaturales, etc.. La sabiduría de este ser está encaminada a llevar a la perdición a los seres humanos y la energía que impulsa sus conocimientos no es por supuesto el amor, sino la lujuria (la sangre del diablo).
Atenta contra la ética, la moral y el decoro, y "escupe a Dios a la cara" a cada uno de sus inventos vergonzosos.
La segunda clase de "sabio demoníaco" suele ser un "sabio muy sabio", con gran don de gentes, con lo que aparentemente se podría llamar carisma. Persona triunfadora, con facilidad de palabra, de retórica y gran conocimiento en las Escrituras de Dios. Persona materialmente rica, con gran energía y poder de persuasión.
A éste ser, quizás el "sabio demoníaco" más horripilante de todos se le puede llamar falso profeta. Existen muchos falsos profetas, y muchos anticristos, aunque la tendencia popular es que "como solo existe un Cristo, también solo existe un anticristo",
Estos últimos "sabios" tienen como misión demoníaca el hacer que los seres humanos no sigan a los sabios verdaderos. Los tientan, les ofrecen poder y gloria. Hablan mal de los "sabios verdaderos", de los verdaderos Guías Espirituales, Trabajadores de Dios, Trabajadores de la Luz, Sanadores, Maestros.
Su trabajo consiste en apartar a toda persona que esté en el "buen camino", en la senda correcta. Hacer la vida imposible e intentar hacer que se pierda al ser humano que desea acercarse a Dios.
Se reconocen porque no crean amor sino caos con sus malas habladurías, crean nerviosismo, desconfianza, inseguridad, en vez de fe, seguridad y templanza. No se valen del amor, sino de la seducción. Su "carisma", "sabiduría" y otros "poderes" se los da el diablo. Pueden "triunfar" durante algún tiempo, pero a la larga siempre gana la Sabiduría Divina.
Estos últimos "sabios demoníacos" no acostumbran a enfrentarse directamente a los sabios verdaderos de Dios, sino que utilizan a sus "discípulos" para entablar guerras espirituales contra ellos, quizás antes maestros de esos discípulos. Pero claro está que una batalla espiritual directa en toda regla se podría producir en cualquier momento.

Damián Alvarez
Gran Era del Amor