Agua y aire puro: la mejor medicina |
La Ecología Clínica se ayuda de la Electroacupuntura según Voll para determinar y estudiar los efectos nocívos de determinados agentes ambientales.
Muchas sustancias que se encuentran en el medio ambiente pueden perjudicar a los seres humanos. Muchos productos y subproductos químicos deribados de la industria pueden inducir animalías sutíles de comportamiento o afectar la lucidez mental, así mismo dolores corporales, cefalalgias y otros muchos síntomas no específicos, y hasta (como es sabído) mutaciones celulares de tipo canceroso.
La Ecología Clínica ha demostrado que muchas personas son afectadas negativamente por factores que se encuentran presentes en el medio doméstico o laboral. Ejemplos de estos factores son los plasticos sintéticos, gas natural, aditivos alimenticios, colorantes, consevantes, etc.
Con el aparato de Voll se pueden hacer pruebas clásicas de la Ecología Clínica de una forma más rápida. Se preparan compuestos fenólicos en una serie de soluciones del 1:5 hasta una cuadragésima dilución, y aún diluciones más altas, que no contienen ni una sola molécula de la sustancia física original, sino su signatura energética. Estos compuestos fenólicos se situan en bandejas en una estanteria. Estas bandejas se conectan a la máquina de Voll, ensallando diferentes grupos de compuestos simultaneamente. Cuando una de las bandejas llena de compuestos fenólicos reacciona con un determinado paciente, se pasa a un proceso de eliminación progresiva hasta descubrir el compuesto responsable de la reacción resonante. Este compuesto se diluye entonces hasta encontrar la dilución neutralizante exacta.
Las sustancias fenólicas son entre otras: el ácido gálico, el apiol, el ácido ascórbico, el ácido cinámico, la cumarína, el indol, la feninalina, la colína, la dopamína, la histamína, la serotonína, la tiramína, y un largo etcétera.