Por el método de insolación se puede transmitir al agua, (gracias a sus propiedades de almacenamiento), energías vibracionales, y no solo de flores, sino también de gemas y hasta de colores.
Los elixíres de gemas se elaboran colocando una o varias gemas (cristalinas) determinadas en un recipiente con agua de manantial o destilada y dejando el recipiente varias horas bajo la luz solar, preferentemente a las primeras horas del día. Así, las propiedades etéreas de las gemas se transfieren al agua, que se carga con características vibracionales particulares.
Los elixíres de gemas funcionan también gracias al principio de resonancia. Las gemas y minerales poseen disposiciones moleculares de simetría geométrica y propiedades vibracionales específicas que se transfieren al agua por medio de la insolación. La curación se produce cuando los patrones cristalinos del elixir se transfieren por resonancia a las estructuras biomoleculares desequilibradas del organísmo enfermo, promoviendo una mejor organización celular, la reparación de los órganos y un mejoramiento general de la salud.
Los elixires de gemas afectan también la dinámica psicoespiritual de los humanos, osea a los meridianos, chakras y cuerpos sutíles.
Pero no queda ahí. Los elixíres de gemas (y las gemas) influyen sobre todos los meridianos y modifican (para mejor) la conciencia del individuo.
