Para los chinos el ser humano es un microcósmos que vive en el macrocósmos universal. Este microcósmos funciona gracias a "la correspo ndencia en las relaciones universales del flujo energético" llamado "Ch'i".
El "Ch'i" es una energía nutritiva que pasa del medio ambiente al organísmo y que es independiende de los demás nutrientes como el aire y alimentos. El "Ch'i" no solo aporta energía al organísmo, sino que también tienen la cualidad de reorganizar las células. Hay que decir que el "Ch'i" o "Prana" se encuentra registrado en la literatura de casi todas las culturas de la antiguedad.
Según los chinos, la energía "Ch'i" se absorbe a través de los "puntos de Acupuntura" que están situados en la piel del organímo humano.
Los "puntos de Acupuntura" son "puertas" hacia el sistema tubular de los meridianos que se extienden hacia los órganos profundos del cuerpo. Existen doce pares de meridianos, cada par está asociado con diferentes órganos y funciones.
Los chinos creen también que la energía "Ch'i" se desdobla en dos energías: una Yin, femenina, pasiva destructiva, etc., y otra Yang, masculína, activa, creativa, etc. Este dualísmpo de energías se extiende a todos los aspectos y procesos de la vida y del universo.
Para vivir sanamente se debe vivir en equilibrio entre las energías Yin y Yang. Un desequilíbrio de estas energías desembocaría en enfermedad. Tenga en cuenta que este desequilibrio no debe empezar necesariamente en los meridianos, sino que puede nacer en los cuerpos energéticos superiores y producir una reacción en cadena "camino abajo" hacia el Cuerpo Etéreo y de allí, por medio del interfaz etéreo-físico manifestarse en el Cuerpo Físico.
Son estos meridianos el dicho interfaz etéreo-físico, que alimentan de energía los órganos de manera cíclica, según los ritmos biológicos y naturales.
