lunes, 9 de septiembre de 2013

Cree el Ladrón que Todos son de su Condición

Un Buen Abrazo de un Sanador es lo que Necesitan los Escépticos

Alguna vez escribí que "paradójicamente, las mentiras de una persona demuestran quien es realmente".

Alguien que acude a la consulta de un Sanador y sospecha sin base o prueba alguna de que es un farsante debe de ser un pobre desgraciado, amargado, frustrado,... que necesita de mucha ayuda terapéutica y de mucho amor. O quizás esté acostumbrado a mentiras y engaños y el mismo se dedique a embaucar a ingenuos.

Los Sanadores, se supone que trabajan para Dios, para ayudar al prójimo, tanto espiritualmente como físicamente. Me parece tan absurdo que muchas personas piensen que los Sanadores se ganan la vida engañando, estafando, mintiendo.

Una persona de buen corazón que acude a un Sanador/Terapeuta, se supone también, que acude de buena fe y nunca se le pasará por la cabeza que el Sanador la quiere estafar.

También me parece absurdo que personas escépticas, personas de poca fe, acudan a la consulta de un Sanador si creen que es un embaucador.


Me imagino que, como en todas las profesiones, existen buenos, mejores y no tan buenos Sanadores. Podría ser también que un Sanador se pudiera equivocar en un momento dado al hacer un "diagnóstico" metafísico de una enfermedad o di-función. Pero de ahí a que el Sanador desee engañar al paciente va un abismo.

De todas formas una persona medianamente inteligente no acudiría a un Sanador que creyera que lo va a engañar, ¿verdad?

Damián Alvarez
Gran Era del Amor